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martes, 3 de enero de 2012

Capítulo 7

No resistirá. Lo perderás…

¿Qué querían decir? ¿Perder el qué? ¿O a quién? No lo entendía. Empecé a plantearme la posibilidad de mencionárselo a Pablo pero no quería preocuparlo. Tenía sueño. Por culpa del tipo del pelo verde…
-¿No viste su cara ni nada?-preguntó.
Negué con la cabeza.
-Le tenía que haber preguntado si era teñido o era una peluca-exclamé riendo.
Me miró, escéptico.
-Me das miedo-declaró.
Eso aumentó mis risas.
Le golpeé el brazo.
-Para, anda-le dije aunque él no estaba haciendo nada.
-En todo caso para tú de reírte-dijo, ofendido. No supe si lo estaba fingiendo o lo había ofendido de verdad.
Me callé.
-No te enfades ¿eh? Tontina-dijo cariñosamente y me acarició el pelo, todavía recogido en una coleta.
-No me enfadé.
-Seguro-dijo-Te conozco.
-Si me conocieras sabrías que no lo estoy-dije empezando a enfadarme de verdad.
Rió.
-¿Ves? Me encanta esa facilidad que tienes para enfadarte-dijo riendo.
Lo miré con sorpresa. ¿Le gustaba cuándo me enfadaba? Eso es que no me había visto nunca enfadada de verdad… Sonreí para mis adentros. Iba a saber como era yo enfadada.
Se desvió de la ruta que seguíamos y se detuvo. Agucé el oído. Se internó entre unos árboles con unas ramas muy espesas que apenas dejaban el paso.
-¿No había un sitio peor?-gruñí peleándome con una rama que se me enganchó en el pelo.
Puse el pie en un tronco pero, estaba medio podrido y se derrumbó bajo mi peso. Trastabillé y caí sobre mi tobillo.
-¡Agh!-grité con rabia-Mierda con el tronco-exclamé con más rabia aún.
-¿Estás bien?-dijo girándose y acercándose a mí que estaba sentada en el suelo con la cabeza gacha.
-Es evidente que no-dije con rencor como si la culpa fuera suya.
Se acercó a mí, me agarró y me ayudó a incorporarme. Solté un quejido al apoyar el pie. ¡Lo que nos faltaba!
-¿Te duele mucho?
Asentí sin abrir la boca.
-Ven, nos sentaremos en algún sitio.
Lo miré con ironía. Como que con el pie así me iba a tener que ayudar…
Fuimos caminando torpemente hasta un lugar más despejado donde me senté, después de comprobar que el tocón del árbol no estuviera podrido.
-¡Ay, Noah, Noah!-dijo en voz baja.
No hablé. Se mesó los cabellos. Los retiró para atrás pero al instante volvieron a su sitio.
-Recuérdame que vaya a una peluquería en cuanto tenga ocasión.
-No, te queda bien así-dije rotundamente.
Asintió meneando la cabeza y esbozando una débil sonrisa.
-Puedes reprocharme lo tonta que soy, no me enfado-dije suspirando.
-No lo voy a hacer, jamás lo haría.
-Si no fuera por mí estarías donde quiera que tengas que estar-dije en un ataque de remordimientos.
Cerré los ojos y traté de calmarme.
-Vamos-dije con decisión.
-¿A dónde quieres ir con el pie así?
-Iría contigo a cualquier lado y de cualquier forma.
Me levanté y él se acercó rápidamente. Me agarró de un brazo. Caminé con decisión hacia un lado.
-Es por el otro lado-dijo con una sonrisa.
-Ya lo sabía-dije riendo bajito.
Giré y caminé. ¡Cómo dolía! Pero no me quejé y, reuniendo toda la entereza que me quedaba, anduve con la cabeza alta.
Puse el pie en alto y fui dando saltitos.
-Espera-me acerqué a la maleza y cogí un palo grande, lo utilicé a modo de bastón.
Asintió. Y así, lentos pero avanzando, caminamos entre la espesura hasta que encontramos un río. Me senté en la orilla, estaba deshecha. Bebí agua.
Pablo estaba balanceándose, cambiando el peso de un pie a otro.
-¿Qué te sucede?
-Es que debo ir a buscar de comer pero no puedo dejarte sola.
-Vete que tengo hambre.
-Pero puede pasarte algo.
-Tranquilo, estaré alerta. Y tengo un palo-dije levantándolo y haciendo como que era una catana.
-Enciende el móvil, iremos hablando todo el tiempo.
Lo encendí y lo llamé mientras se marchaba. Jugueteé con una brizna de hierba.
-¿Eres de contrato, verdad?
-Si-dijo extrañado.
-Lo digo porque no vaya a ser que Vodafone nos corte la línea.
-Lo peor va a ser cuando a nuestros padres les llegue la factura…
-¿Podrán localizar desde dónde llamamos? ¿En plan FBI?
-No creo-dijo.
Me decepcionó un poco. Esperaba que nos encontraran y nos sacaran de esa locura, aunque seguramente sería peor el remedio que la enfermedad. Nos meterían en un manicomio.
-Creo que he encontrado algo comestible.
Seguí jugueteando con la hierba.
-Hummm…
-Vuelvo ya.
-Okis.
Empezó a hablar de no sé que pero yo no le prestaba atención. Estaba empezando a dormirme para cuando llegó con fruta.
-Toma-me tendió unas cuantas piezas.
Parecían melocotones y su sabor era parecido. Comí, tiré los restos tras un arbusto, me lavé las manos y la cara en el arroyo y me tumbé para dormir.
La luna brillaba en lo alto. El río la reflejaba. Estuve un buen rato observándola, reflejada en las pacíficas aguas.
Cuando empecé a dormirme, escuché un crujido. Me giré rápido, ya no dejaba pasar los crujidos. Pablo se había puesto en pie y caminaba hacia los árboles. Dudé si llamarle pero pensé que iría a hacer sus necesidades. Cerré los ojos durante un instante. Al cabo de unos minutos, entre los árboles se vio un potente resplandor. Ya me iba a levantar cuando vi volver a Pablo, con la cara pálida y a gran velocidad. Cerré con fuerza los ojos. Se tumbó a mi lado y suspiró con fuerza. Noté su mirada fija en mi rostro pero me hice la dormida.
Terminé por dormirme. Soñé con gente con el pelo verde, resplandores en la más completa oscuridad y chicos malparados.
Los tipos de pelo verde eran los tipos de pelo verde. Los resplandores eran la luz esa que vi cuando Pablo se internó entre los árboles. Y supuse que el chico malparado era Pablo.
Me desperté cuando todavía era de noche. Hacía un calor sofocante. Pablo dormía muy tranquila y pacíficamente. Me incorporé. Me acerqué al río y me mojé el rostro. Jugueteé con el agua, tan apacible. Cuando Pablo despertó, ya había salido el sol y yo seguía en la orilla.
-¿Qué haces?-tenía la voz somnolienta.
-Nada-dije.
-¿Qué tal dormiste?
-Genial, cuando vuelva a casa, paso de dormir en la cama, voy a ir a dormir al jardín-dije con ironía.
Rió.
Sacudió la cabeza.
-Eres imposible.
-Gracias-dije con una sonrisa.
-Un placer-dijo haciendo una reverencia.
Se acercó hasta situarse a mi lado. Se agachó.
-¿Qué tal el pie, señorita?-susurró con preocupación en mi oído. Estaba muy cerca. Sus labios rozaban mi oreja.
Me encogí de hombros.
-Bien, supongo, todavía me duele.
-¿Puedes caminar?
Asentí.
Me dio un beso en la mejilla, me volví y lo besé en los labios. Con los ojos cerrados y tan cerca el uno del otro, todo parecía diferente, mejor.
Me lavé, él hizo lo mismo. Comimos unos melocotones del día anterior y nos pusimos en marcha.

10 comentarios:

  1. Solo he leído este capítulo, y parece interesante ;)

    A ver si cojo mas tiempo y me pongo con la historia entera. Un besito enorme

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  2. ¡Ay! Es que Pablo es muy mono, se lo quitaría a Noah ñam ñam. Sinceramente, es el primer capítulo que leo de tu historia, pero me ha embelesado ^^ Tengo que leer más y ponerme al día, cariño.
    ¡Sigue así!

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  3. Genial como siempre :))))
    Sigue así la historia está genial!
    Un beso! <3

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  4. Como siempre increible, pero esta vezno me has avisado en mi tuenti como siempre y he tardado en darme cuenta... uhhmmmm.... Pero muy bien sigue asi me encanta tu hisotria :)

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  5. me la e leiido enterita! y creeme... ME ENCANTAAA!! está genial ^^ avisame para el siguiente en el tuenti de pide un deseo :D jajaj besotes aki te dejo mi blog http://pide-1-deseo.blogspot.com/ espero k me sigas, me leas y comentes :D

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  6. ¡Pero que mono es Pablo! (babas xDDD.
    Ahora va y sale un resplandor, tienes el don de la intriga jajaja Eso es bueno.
    Me a encantado el capítulo como siempre :)
    Un beso

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  7. Hola! Soy Alice Tengo uuna historia para quien quiera leerla Besazos Maria sigue asi me tienes enganchada!! http://mansiondealmas.blogspot.com/

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  8. María!
    Sigue con estoo!!
    ^^
    Quiero decir, es genial la forma en la que expresas los sentimientos de los adolescentes, se nota que tienes talento ^^
    Bueno, me volveré a pasar un cyber beso ^^

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  9. Ola!! tu blog está genial, me encantaria enlazarlo en mis sitios webs. Por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiar ambos con mas visitas.

    me respondes a munekitacat@gmail.com

    besosss

    Catherine

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  10. Tu historia se hace cada vez más interesante, además escribes estupendamente ^^ me encanta tu forma de narrar

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