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domingo, 13 de mayo de 2012

Capítulo 36



Y, lentamente, abrió los ojos. Creo que todos respiramos con alivio.
-¿Qué ha pasado?-murmuró, algo confuso.
-Descansa-le dije, acariciándole la mejilla.
Asintió y cerró los ojos.
-Ahora, todos fuera-ordené.
-¿Nos echas?-como siempre, Arturo fue el único que discutió mi decisión.
-¿No es evidente?-hablé en voz baja, para no molestar a Pablo.
Lysia y Valeria se fueron, en silencio.
-Oye, tenemos que hablar sobre que ha pasado.
-Está bien-acepté-Valeria ha intentado matarme-abrió los ojos desmesuradamente pero yo continué-La cosa le salió mal y envenenó a Pablo. Hemos ido a buscar un ``medicamento´´ y ahora ya está bien, creo.
Permaneció unos instantes en silencio antes de decir:
-Me encanta tu forma de contar cosas importantes. ¡Qué velocidad y resumen!
Reí.
-Ahora ya está todo hecho, no podemos hacer nada-me encogí de hombros.
-Bueno, te dejo sola, descansa.
Asentí. Me dio una palmadita en el hombro. Me senté en la cama. Cerré los ojos. Estaba cansada. Al final, había conseguido que todo se arreglara. Ya no estaba segura de que no hubiera nadie en nuestra contra. Tendríamos que contratar a alguien que probara los alimentos por nosotros. Y además yo no había hecho nada para que quisieran matarme. Sólo ``interponerme´´ en la misión del elegido. Yo, que lo había ayudado, acompañado y estado a su lado cuando los demás se limitaran a no hacer nada. Ya era el colmo. Y cuando Pablo preguntara se iba a poner de muy mal humor… O podía no decírselo. Así no metería en problemas a Valeria. ¿Por qué la estaba ayudando cuándo había intentado matarme? Debería de habérselo dicho a Lysia… Era demasiado buena. Sí, eso Pablo lo sabía. Pero, ¿ocultárselo? Pablo enfadado podía ser muy temible pero yo… Ya vería que le diría cuando llegase el momento, decidí finalmente.
Debí de pasar varias horas en silencio, sin moverme de su lado. Alguien me interrumpió. Arturo, por no variar.
-¿Vienes a comer?-preguntó en un tono suave, poco habitual en él.
Negué con la cabeza.
-No me apetece dejarlo sólo.
-Baja ahora, me quedo yo con él y luego vuelves-ordenó.
Asentí. Tenía hambre:los nervios, la emoción contenida, la ``carrera´´ en busca de los ``ingredientes´´…
Bajé rápido las escaleras y entré en la cocina.
-¡Hola!-saludé.
Me detuve en el umbral. Todos los que había me observaron (¡pedazo panda de cotillas y mirones!). Hasta oí críticas.
-¡Vaya aspecto!
Busqué al causante pero todos disimulaban muy bien.
-Noah, siéntate-rompió el silencio Valeria, llena de complacencia y dulzura.
Ahora estaba arrepentida, la muy...
Me acomodé en una silla y comí con rapidez el plato de patatas (no eran exactamente patatas, sabían algo más dulces y jugosas) y también vegetales. Cuando terminé me despedí, agradecí la comida y volví a la habitación donde se encontraban Pablo y Arturo.
-Llega el relevo-señalé.
Se marchó en silencio. Me senté en la cama durante unos minutos, mirando por la ventana. Luego, adopté una postura más cómoda, tumbándome a su lado. Apoyé mi cabeza al lado de su hombro y lo abracé. ¿Qué haría sin esos momentos? O, mejor dicho:¿qué haría sin él?
Estaba allí por él, luchaba por él y seguiría a su lado, sólo por esa razón que, para mí, era la más importante.
Cerré los ojos y terminé por dormirme.

***
Un movimiento me despertó. Abrí los ojos. Algo se movía.
-Hola-susurró Pablo-No pretendía despertarte.
-Hola-exclamé, alegre de verle en plena forma.
En un arrebato de cariño, lo abracé con fuerza. Me devolvió el abrazo con la misma intensidad.
-¿Estás bien?-pregunté.
-Sí. Me tienes que contar que ha pasado. No recuerdo nada-dijo con turbación.
-Luego-remoloneé.
Me incorporé y miré por la ventana. Era de noche.
-He dormido toda la tarde-me estiré.
Me acarició la mejilla.
-Y yo todo el día. Gano yo.
Sonreí.
-Ahora vuelvo-se puso en pie y abrió la puerta.
Había llegado el momento. ¿Se lo decía? Hummm… Es que era algo muy complicado. Me recliné en la cama y cerré los ojos. Ese sitio (quitando el hecho de que casi nos matan y otras muchas cosas) no estaba tan mal. Temperatura cálida, comida buena, lugar tranquilo. Traté de imaginar como habría sido nuestra vida de haber nacido allí. Lo primero, tendríamos el pelo de un color diferente, o azul o verde o violeta o rojo o multicolor. A lo mejor tendríamos la misma personalidad que ahora. Habríamos salido juntos (de eso no me cabía duda, hay cosas que sabes que suceden por destino y esa era una de ellas). Pasearíamos por el pueblo, por el lago, seríamos felices. Pablo interrumpió mis ensoñaciones entrando de nuevo en la habitación.
-Voy a cenar algo abajo que parece que hubiera corrido un maratón-sonreí enigmáticamente ante sus palabras-Acompáñame y me cuentas.
Asentí y lo seguí. Bajamos por las escaleras. Me senté en la cocina y él empezó a rebuscar en las alacenas. Tal vez deberíamos haber avisado a Lysia o a alguien pero ¡qué nos dejaran en paz!
-Cuando quieras.
Asentí, respiré hondo y comencé a relatar todo lo que había sucedido.


3 comentarios:

  1. Me has dejado aliviadaa...Pobrecito pablo :( la valeria esa es un poco agh espero que subas mas pronto,sigue assí :)

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  2. VALERIA ME CAE FATAL COMO SE ATREVE A PONER VENENO Y A INTENTAR MATAR A NOAH,SI,AVECES NOAH SE PASA CON ARTURITO (COSA QUE NO DEBERIA HACER JEJEJE)PERO EN EL FONDO LA CHICA ES MAJA Y ADEMAS SE LES VE TAN BIEN A PABLO Y A NOAH!!!BUENO CARIÑO ESPERO EL SIGUEINTE QUE ME HA GUSTADO BESISTOOS!!!

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