Fui
capaz de mantenerme segura y serena. Pablo seguía a mi lado, por suerte. Fue un
momento muy importante. Se intercambiaron miradas, sensaciones, sentimientos…
Sentí que Pablo era solo un personaje secundario en esa escena, que los
verdaderamente importantes éramos Arturo y yo. Tal vez, nuestra historia
todavía no había terminado.
Me
imaginé volver a casa. Pablo y yo por un lado, Arturo por otro. Seguir con
nuestras vidas, esta vez sin dejarnos nada por concluir.
Arturo
cogió sus cosas y las levantó. Se puso a andar, él solo. Nadie intentó
detenerlo. Todos sabíamos como era y lo peligroso que podía ser enfadado.
Si
se quería ir, que se fuera. Era probable que a todos nos fuera mejor sin él. Y
viceversa, por supuesto.
-Creo
que no le ha gustado demasiado que tú y yo…-suspiró Pablo.
-Ya
sabíamos que esto pasaría.
Arturo
era cabezón y orgulloso, era el antagonista de Pablo.
-Espero
que te alegre saber que no me arrepiento de nada-dije en voz más baja, con la
intención de que Aklenk y Rewth no me escucharan.
-Me
alegra, sí, aunque nunca he dudado de ti-me sonrió.
En
ese momento, me di cuenta de que no tenía que seguir conteniendo mis ganas de
besarlo. Hice exactamente lo que necesitaba en ese momento y me sentí mejor.
Aklenk
y Rewth nos dejaron un poco de espacio, hasta que nosotros nos acercamos.
-No
sé si se habrá ido o no-sacudió la cabeza Rewth.
-Es
muy idiota, podría haber hecho absolutamente cualquier cosa-bufé-Prefería que
no estuviera con nosotros, estoy segura de que no tendríamos tantas complicaciones-solté,
sin pararme a pensar en nada.
Nadie
me respondió, pero se miraron entre ellos.
-Será
mejor que nos vayamos poniendo en marcha… Si quiere encontrarnos, sabrá
hacerlo-terció Aklenk.
No
opuse ninguna objeción. Estaba deseosa de que todo aquello terminara, quería
volver a mi casa. Sí, me había vuelto más dura que la vez anterior, pero
siempre seguiría teniendo ese anhelo, pasara lo que pasase y aunque Layndeian
fuera un lugar maravilloso, en el que tal vez algún día pudiéramos ser nosotros
mismos, sin ninguna complicación añadida.
-¿Cuántos
días, más o menos, tendremos que seguir?
-Yo
creo que por lo menos una semana, tranquilamente. Aunque espero que podamos
llegar en cuatro días, si no nos encontramos con ningún problema.
-Ojalá…-suspiré-¿Pero
qué haremos al llegar?
-Investigar.
Sonaba
tan… fácil. Pero no iba a ser fácil. Me mordí el labio inferior. Pablo me guiñó
un ojo.
-No
pasará nada, recuerda que estaremos juntos.
Me
reí, como si hubiera dicho una tontería muy grande, aunque en verdad, me había
reconfortado.
-Te
quiero-suspiré.
Me
miró y me tocó la frente.
-¿Qué
pasa?
-Es
muy raro que lo digas, debes de tener fiebre.
-Hechos
son amores y no buenas razones-recité.
-Pero
alguna vez puedes necesitar que te lo digan…
-Te
lo acabo de decir, tonto-me reí-Yo no necesito que me lo di…-me interrumpí. Sí
que lo necesitaba. Ahora comprendía a que se refería Pablo. Cuando él me lo
decía, sentía una especie de cosquilleo por dentro. Me prometí decírselo más a
menudo.
Me
restregué los ojos. No tenía sueño, pero notaba la vista cansada. Tenía
temporadas en las que me notaba así y tenía que usar gafas. Lamenté no haberlas
traído conmigo, pero una mochila no daba para tantas cosas y había cosas más
útiles que debía incluir.
Pasamos
una hora y Arturo no apareció. Empecé a admitir que nuestros caminos se habían
separado, tal vez, definitivamente.
¿Estaba
todo terminado? Me obligué a pensar que sí.
-No
te preocupes por él, sabe cuidarse-me dijo Rewth, leyendo mis pensamientos a la
perfección.
-Es
demasiado testarudo como para no meterse en líos-repliqué.
-Fue
a hablar-se rió él.
Le
sonreí con tranquilidad. Paré unos segundos para atarme los zapatos y reanudé
la marcha.
Me
alegraba de estar viviendo esto con ellos. Eran la mejor compañía que podía tener.
Llegó
la noche y Arturo no había aparecido. Me resigné a aceptar la idea de que nos
había dejado.
Los
días siguientes no fueron demasiados interesantes. Más bien, se convirtieron en
monótonos. Lo verdaderamente terrible llegó cuando Rewth nos informó de que habíamos
llegado al límite de ``nuestro´´ territorio.
Me ha gustado si señor. Ya les extrañaba y sobre todo extrañaba la cabezoneria de Arturo, que destarudo es, pero se le hace querer. Ya sabes continuala y si necesitas ayuda yo te ayudo en lo que quieras
ResponderEliminarYa tenía ganas de nuevo capítulo, aquí nos lo has traído :D Pero no lo dejes así, mujer, eres mala ¬¬
ResponderEliminarBesitos.
Hola!!
ResponderEliminarque cabezota que es arturo y amo a pablo *_*
Un beso!
ӏncreasingly pеoρle аre adoрtіng thіѕ stгategy which
ResponderEliminarthey're discovering very very simple to practice.
Here is my web blog; flex belt coupon code
my web page :: the Flex belt reviews
He estado viendo los anteriores capitulos y he de reconocer que escribes bien!
ResponderEliminarMe gusta mucho la historia.
¡Ey! Tienes un premio en mi blog :)
ResponderEliminarUn beso :D
Hiii!! me encanta tu blooog, yo he creado uno y me gustaria que te pasases y opinases plz!!!
ResponderEliminarhttp://dontlookatthem.blogspot.com.es/