Estuvimos dos días, casi enteros, sin parar, sólo
descansando por las noches. Comiendo poco, los frutos que encontrábamos. Y sin
encontrar agua. Y aquello me parecía un desierto del calor que hacía.
-¿No crees que tenemos que buscar agua?-pregunté a
Pablo en voz baja.
Asintió.
-No hay por ningún lado. Está todo seco.
Lo miré con preocupación. Y ahora nos quedábamos sin
agua, lo que hacía falta.
-A lo mejor Buce la encuentra-dije acariciando su
cuello.
Le había cogido cariño al caballo. Y parecía que él
también a mí.
Pablo se encogió de hombros, no muy seguro.
Arturo no hablaba mucho pero mejor no escuchar sus
idioteces. Continuaba sin confiar del todo en él, no me fiaba, algo en él me hacía recelar.
Cuando el sol decaía, Bucéfalo se detuvo y relinchó,
moviendo las orejas en todas las direcciones con atención. Nada más detenerse,
empezó a moverse en una dirección. Yo llevaba sus riendas sujetas en esos momentos.
-¿Qué sucede?-pregunté en voz alta.
-Pregúntale, a lo mejor te contesta-replicó con ironía
Arturo.
Lo dejé andar. Se volvió a detener, escuchando
atentamente. Luego, reemprendió la marcha con más entusiasmo, casi trotando y
arrastrándome tras él. Se detuvo, contento, meneando el rabo con entusiasmo y
relinchó. Miré por encima de su cuerpo y vi un arroyo.
-¡Eres el mejor!-exclamé, dándole unas palmaditas.
Nos acercamos y bebimos, contentos.
-Deberíamos tener una cantimplora-me quejé.
Nadie dijo nada. ¡Qué habladores se estaban volviendo!
Pablo seguía cambiando. Y yo no podía hacer nada. Y
eso me generaba una impotencia insoportable. Era como una cuenta atrás
imparable. Veías como todo cambiaba, irremediablemente, pero eras incapaz de
detenerlo o de volver atrás. Cada vez que pensaba en eso, me entraban unas
aterradoras ganas de llorar. De hacerme un ovillo en el suelo y no moverme
hasta que todo se solucionase. Pero debía plantar cara a los problemas y estar
al lado de Pablo, pasara lo que pasase. No valía esconderse en un rincón. Esa
era una actitud típica de los cobardes. Y yo era valiente (o eso quería creer).
La situación empezaba a ser insoportable. Cerré los
ojos un segundo, antes de que emprendiéramos la marcha.
-¿Estaremos muy lejos?-le pregunté a Arturo.
Se encogió de hombros.
-¿Y a mí qué me dices?
-Fuiste tú él que dijo hacia donde ir-le contesté.
-Ya, pero no por eso soy un GPS andante.
Bufé, con enfado.
-Contigo no se puede hablar.
-Sí que se puede. Tú lo estás haciendo ahora
mismo-volvió a replicar con una sonrisa.
Mis ganas de matarlo crecieron.
-No soy capaz de tener una conversación contigo en la
que no me den ganas de matarte-rectifiqué.
-Eso ya no es culpa mía-dijo, levantando las manos.
Pablo nos miraba, entre divertido y sorprendido.
-Y yo no puedo pasar un día sin escuchar vuestras
disputas-se quejó.
-Tienes razón. Me callaré-prometí.
Sonrió. Esperé que Arturo dijera lo mismo pero
permaneció en silencio. Bueno, si se callaba… Todo porque se callara. Ala, ya
tenía lema. La próxima vez que me dijera algo se lo decía a ver la cara que se
le quedaba…
Me acerqué más a Pablo, dejando a Arturo atrás,
caminando a la par que Bucéfalo. Si aquello fuera una escala de importancia,
Pablo iría delante, Buce siguiéndolo, el árbol ese tan bonito detrás del
caballo y Arturo detrás. Era así de simple. Como una especie de escala
jerárquica. Muy sencilla.
Esa noche, me pareció escuchar algo. No le presté
demasiada importancia ya que estaba junto a Pablo y al pesado del taekwondo.
Buff Noah se a salvado por poco! porque mi madre me a quitado el cuchillo de la mano que si no la cogía y...(censurated: cosas que te harían mucho daño). Cómo se atreve a echarle esas culpas a mi Arturo con lo buena gente que es y con lo que lo quiero yo! pss pa mi que esta va a acabar igual que con Buce... mucho desconfiar y resulta que es de los mejores! jum.
ResponderEliminarPero no he entendio una cosa. ¿Por que le dice el pesado del taekwondo? Es que me ha picado la curiosidad xDD
Me ha encantado el capi y espero el siguiente (pero más pronto eh! que esta semana se me ha hecho eterna gracias a ti ¬¬)
Besiitos :)
:D Me ha encantado! :D La discusión de Noah con Arturo me encanta :3
ResponderEliminarPor cierto, la personalidad de Noah es impresionante. No es la típica chiquilla que se echa a llorar a la primera de cambio. Es fuerte y decidida y eso la hace diferente, no sé, especial. Me gusta mucho :)
Espero pronto el siguiente capítulo :D
¡Un beso! <3
Me da pena el cambio de Pablo... Y me hacen mucha gracia las discusiones entre Noah y Arturo, a mí también me sacaría de quicio xDD
ResponderEliminarHe llegado a la conclusión de que daría cualquier cosa por ser como Noah. De verdad.