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viernes, 2 de marzo de 2012

Capítulo 18



Ya estaba más que cansada de tanto misterio. Y así se lo dije a Pablo:
-¿Cómo pretendes que desmonte?-le espeté-¿No me puedes decir lo que es?
Se encogió de hombros y se acercó, después de dirigir una última mirada al ``bulto´´. Me tendió la mano. La agarré y levanté la pierna derecha de una forma muy extraña y antinatural, que me provocó un gritito de dolor.
-¡Esto duele más que  los estiramientos de Educación Física!-me quejé.
Rió.
-Yo  no sé como complicas tanto las cosas más sencillas-dijo sonriendo.
-Sencillas para ti-contesté. 
Coloqué la pierna de manera, más o menos, normal y dejé resbalar el trasero por el lomo del caballo. Mis pies rozaron el suelo y di un pequeño salto para bajarme de forma definitiva. Miré a Bucéfalo, que parecía aliviado.
-¡He sobrevivido!-exclamé-Vamos a ver eso-dije acercándome.
Estaba semi-enterrado entre la maleza pero no debería llevar demasiado tiempo. La cogí con la mano. Era una… sudadera. ¿Sudadera? ¡Sí, sudadera! Y de Metallica. La miré. Era de hombre, negra. En el pecho llevaba impreso el logotipo de Metallica y una calavera blanca y gris. La miré, me gustaba.
-And nothing else matters-hablé con turbación.
Me miró.
-¿Qué crees que hacía ahí?-preguntó.
-Nos la dejaron por si teníamos frío. ¡Qué amables! Metallica en otros mundos…
Me observó, intenté descifrar su expresión.
-Hasta creo que es tu talla-se la tendí.
La sujetó entre dos dedos, como si quemara o mordiera.
-No come, eh…-bromeé.
Pero, realmente me extrañaba e intrigaba. Si no había nadie más… No, claro que no estábamos solos. El chico del móvil. Busqué su teléfono en el bolsillo. Lo encendí. Miraría las fotos.
-¿Qué haces?-interrogó.
-Espera.
Se me hizo eterno el tiempo que tardó en encenderse. Cada vez tendrían más cosas los móviles pero un año para encenderse…
Finalmente, tras un: <<¿Cómo se encuentra hoy?>> encendió. Accedí a la carpeta de fotos. Un escalofrío me recorrió al ver al joven junto a una chica sonriendo. Había llegado a suponer que era del joven por los nombres, el aspecto y, sobre todo, los mensajes que cotilleara. 
-El móvil es de él-dije.
Pablo me miró, supongo que preguntándose como lo sabía.
-Y la sudadera también-le enseñé la pantalla que reflejaba al joven con la sudadera puesta y haciendo el símbolo del heavy metal. 
Asintió, ¿compungido, tal vez? 
-Pobre chico… ¿no crees? No creo que esté muy bien, sobre todo después de encontrar su móvil y su sudadera y de ver a Enlorth por aquí…
Asintió de nuevo.
-¿Habrá algo que podamos hacer?-pregunté.
Negó con la cabeza. 
-Tenemos que cuidarnos a nosotros mismos-dijo.
-Pero…
-Pero nada.Seguramente ya no podamos hacer nada-se encogió de hombros, frío.
Yo estaba horrorizada. 
-Pablo… Ese chico será poco más mayor que nosotros, como mucho tendrá dieciocho. SI algo podemos hacer debemos…
-No, es demasiado peligroso.
-¡Tendrá familia y gente que le quiere, a demás de novia! ¿Qué pensarías si te hicieran eso a ti?-me mantuve firme.
-No sabemos quien  es ni porque está aquí…
-Puede  haberse confundido, como yo-defendí.
-Y puede no haberlo hecho.
Me crucé de brazos. ¡Qué egoísta estaba siendo! No era capaz de comprenderlo.
-Yo, si  tengo ocasión, lo ayudaré.
-No, no lo harás-se mostraba muy tranquilo y serio.
-¿Pretendes impedírmelo?-le grité, crispada.
-Sí.
Seguía serio el muy…
-¿Se puede saber qué te pasa? Podría estar en peligro…
-Puede ser enemigo nuestro-sentenció.
-¿Por?
-Nadie normal, se adentraría en el bosque el día de las vacaciones, en una cueva misteriosa que da a otro mundo…
-Podía estar perdido…-refunfuñé.
-Puede querer hacernos daño y eso no lo permitiré-dijo, esquivo todavía.
Me ocultaba algo pero yo no insistiría. Aunque me dolía que me ocultara cosas, era porque no confiaba en mí lo suficiente. ¡No! No me deprimiría porque si no…
-No te enfades, sólo pienso en nuestro bien-cedió ante el silencio. 
Se acercó y me pasó un brazo por los hombros.
-Todo irá bien-trató de tranquilizarme.
¿Todo irá bien? Frase sin sentido… Las cosas irían bien si debían ir bien, si no irían mal. Y todavía podían ir horriblemente mal. 
Me entregó la sudadera.
-Guárdala y sube al caballo.
Tras unos largos esfuerzos me monté y reemprendimos la marcha.
Yo no paraba de pensar al son de unos acordes de Metallica que resonaban sin cesar en mi mente.

3 comentarios:

  1. ¡Hola! :D
    Ya sé que llevo mucho tiempo sin dejar ningún comentario pero mira... ya vuelvo a molestarte otra vez :3
    Me encantó este capítulo. Lo del chico es muy extraño y me deja con ganas de más pero estoy de acuerdo con Noah. Pablo se comporta de manera muy... ¿egoísta? No sabría definirla. xD Yo haría lo mismo que sugirió Noah e iría a buscar al chico.
    ¡Un beso y espero el siguiente! :D

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  2. Me ha gustado mucho. Siento no haberte comentado en tanto tiempo pero he estado acopada y me acabo de leer como 5 capítulos del tirón. xD

    Bueno sigue asi que la historia se esta tornando muy interesante

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  3. Odio cuando se pone así de protector -.- Aunque he de reconocer que tiene parte de razón.
    Me encanta el humor con el que se toma Noah todo xDD Es brutal jaja
    Nothing else matters <3

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